miércoles, 8 de diciembre de 2010

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Las envidiosas nubes vigilaban desde el cielo, parecía que estuviesen conspirando contra ellos, un viento helado cuarteaba los labios. El cielo, oscuro, intentaba mostrarse entre las tupidas nubes, y una luna tímida y ruborizada se escondía avergonzada de lo que veía. Una noche invernal, donde la temperatura hacía resguardarse al mercurio, donde las calles desiertas, intentaban no dormirse para no congelarse, donde el agua, cansada, intentaba solidificarse en los pequeños charcos que se acumulaban el las aceras.
Toda la ciudad dormía, ignorante, metida en su mundo hipócrita de codicia y donde la prioridad la tenia el dinero, solo dos jóvenes, rebeldes se negaban a ello.

Un viejo edificio, con fachada de ladrillos, una única ventana abierta, de la cual, una tenue luz salía de ella. El calor emanaba de aquella habitación, un calor húmedo que invitaba a sudar, alejaba al frío.
 Las velas iluminaban la estancia, un simple cuarto con una decoración bastante escasa, un suelo lleno de velas, unos cristales empañados.
En su interior solo dos personas, una chica, un chico, con sus mejores ropas, su piel, desafían a su sociedad vacía, armados de besos, y caricias, se miran, se tocan, intensidad, unida a la ternura, susurros, gemidos, manos acariciándose, labios, besando, dientes mordiendo. Un cruce de miradas, del cual, surgían chispas, en los cuales se veían mutuamente el alma, vaivén, pasión, mas susurros, mas caricias, sudor ardiente que corría por sus cuerpos, las sabanas deshechas, empapadas, marcadas, una cama, que temblaba, que se unía al movimiento, que se balanceaba, pasión, amor, un silencio roto por  sus "te quiero", por sus "te amo", besos que estaban llenos de sabor, de sentimientos, de cariño. Arañazos tiernos, mordiscos cariñosos, susurros silenciosos, miradas que ensordecían, caricias volátiles por todo el cuerpo...

Dos jóvenes, que protestaban en aquella ciudad de odio y dinero, de bienes, que rechazaba el amor. Dos jóvenes, que reivindicaban, que protestaban, que gritaban, que proclamaban, dos jóvenes que se fundían, dos jóvenes que se amaban, dos jóvenes que se hacían mas fuertes, que se hacían el alma, dos jóvenes, que, hacían el amor...

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