miércoles, 15 de junio de 2011

desesperación

El sol brilla incandescente, fuera, lejos, tanto, que no quema mi piel curtida, necesitar gritar y salir corriendo, necesitar naturaleza viva, volver al origen, olvidar la naturaleza enlatada de la ciudad, y huir, lejos, correr por verdes praderas, o adentrarse en el mar hasta que el cansancio te impida volver, hasta levantar la mirada y estar flanqueado por el horizonte, hasta ser un cuerpo flotante, inerte, en una inmensa masa de agua...
Devolver una mueca de rabia, con los dientes apretados a cada sonrisa falsa que recibas al día, golpear la pared hasta sentir que vas a perder el conocimiento con el próximo golpe, correr, hasta notar que vas a desfallecer, soltar todo el aire, y sumergirse en un lago sin fondo, taponarse los oídos hasta sentir que se te escapa el cerebro por cada recoveco de tu oído, destrozar algo bonito, llenar de petroleo todas esas preciosas playas que jamas vería en mi vida, pintar la pared con tu cerebro, levantarse por la mañana destrozando el despertador y destrozarse el puño golpeando la pared, SALTAR, saltar al vacío con los ojos cerrados, y en el ultimo instante, abrirlos

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