Sentimientos egoístas se atrincheran en mi mente, egoístas, porque no quieren salir de ella, egoístas, porque solo quieren una cosa sin pensar en lo demás, egoístas, porque no dejan que todo siga su curso, se arremolinan alrededor de lo cuerdo y razonado, y los abandonan en medio del mar de la locura, y, aun así, cada día parecen más sensatos, más, capaces de llevar a cabo el motín y llevarlo todo mejor que antes.
Las sensaciones se despliegan por la retaguardia, avanzando con paso firme y decidido hacia el frente, dejando olvidada la bandera blanca en casa, y desafiando a los pensamientos e ideas de auto-convencimiento, que están siendo rodeados por las ideas locas y descabelladas que, aliadas con el corazón intentan vencer a una mente tirana y autoritaria. La batalla acaba de comenzar y ya se sabe que bando saldrá vencedor, y cual vencido, una guerra donde posiblemente haya heridos, y y donde las bajas posiblemente se noten al cabo de los años, pero, a veces es necesaria esta guerra, porque aunque no se sepa cuanto durará la paz, merece la pena luchar por un único día, por una única hora, por un único minuto de ella, porque, todo el sufrimiento que causa, es apaciguado por su sonrisa, porque la devastación es olvidada al ver sus ojos, porque posiblemente, esta guerra esté ganada mucho antes de haberla comenzado, y se pensaba en su victoria en los dos bandos, y porque tal vez no sea mas que tramite necesario para el cambio, porque tal vez, no siempre los golpes de estado estén mal visto, porque tal vez, y solo tal vez, este motín sea lo mejor que haya pasado hasta ahora...tal vez...
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