Aquella mañana...
La cafetera, pedía dos aspirinas para el dolor de cabeza, el tostador, tiritando, las alcanzó y se las tiró al frigorífico, que venia de fiesta y aun andaba muy activo. mientras el horno dormía plácidamente, el microondas, solo sabia quejarse sobre el molesto zumbido que la vitrocerámica hacia al roncar. La encimera, jugaba a las cartas con el extractor, mientras, la lavadora estaba calentando para hacer algo de deporte, el lavavajillas que aun era un bebé, solo podía llorar por culpa del hambre que tenia, porque aun no le había dado el pecho el fregadero. A los pocos minutos, la freidora mandó a callar, y todos quedaron en silencio...
Pedro, entró en la cocina, todo estaba en su sitio, como de costumbre, que esperaba encontrar...no había entrado nadie mas que el en aquella cocina...con algo de prisa encendió la cafetera y puso el tostador a calentar, un nuevo día le esperaba y necesitaba empezarlo con buen pie...
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