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Recorres la ciudad, con la tenue y tímida luz amarillenta de las farolas, paseas divagando, y enfureciendote tu solo, con un sabor amargo de la ultima copa de ginebra, paseas con el cortante frío de la madrugada cortándote los labios, la cara, tu alma, intentando, que ese frío gélido, caliente tu corazón, quieres sentir, que este vuelve a latir, sabes que no puedes ahogarte en alcohol, que no sirve de nada, entonces, ¿por qué lo has hecho hoy? sigues caminando de forma automática, como si estuvieses programado, tu cuerpo, continua su camino, porque sabe a donde debe dirigirse, y ahora, ya, es este momento, se dirige, a tu casa, porque ya, solo el descanso te ampara, porque ya, no buscas mas que tu propia cama, porque no quieres otra cosa, necesitas seguir pensando, pero, el camino se hace corto, y llegas, te desvistes, y piensas que descansar es lo único que necesitas, amigo, mañana será otro día....se feliz