martes, 22 de marzo de 2011
jueves, 10 de marzo de 2011
...
Aquel día, comenzó, como de costumbre, con prisas y de mala gana. Se vistió corriendo, y salió de su casa saltando los escalones de las escaleras casi de cinco en cinco. Mientras bajaba, escribía un mensaje de texto a su novia dándole los buenos días. Cogió su coche, y con bastante prisa, llegó a su trabajo, pues, como casi siempre, llegaba tarde.
Después de un duro día de trabajo, llegó a su casa, se duchó, y se puso ,o primero que cogió, y sin pensarlo, volvió a salir corriendo de su casa, mientras conducía, llamaba a su pareja, diciéndole que iba a recogerla a la salida de su trabajo. Cuando ella salió, este, le dio un beso, que, la dejó sin aliento, como de costumbre, y fueron caminando hacia su restaurante favorito, mientras se contaban las anécdotas del día.
Después del almuerzo, él, la llevó a su casa, donde tenía preparado una romántica escena de amor, había flores por todas partes, velas, que fue encendiendo por toda la habitación, olía a jazmín y azahar. La luz tenue de las velas invitaba a la pareja a intimar, y casi sin dejarla reaccionar, él, la cogió en brazos y suavemente la sentó en la cama, fue desvistiéndose poco a poco, mientras la desvestía a ella, y comenzó a besarla, la besaba por todas partes, mordisqueaba su cuello, su ombligo, sus pechos, sus muslos...no dejaba zona sin besar o acariciar. Comenzaron a hacer el amor, aquella desmesurada ternura era rota a veces por la pasión que los envolvía, eran una pareja perfecta, y quitando algunas discusiones, todo marchaba sobre ruedas. Se querían, se amaban, y se necesitaban el uno al otro como el aire, y como de costumbre sus discusiones solían ser por tonterías...
Cuando terminaron, decidieron relajarse y tomarse un té en la cafetería de la esquina, donde el camarero, les ofreció lo de siempre.
Una vez llegada la noche, tocaba ir a casa, y él, la llevó en su coche, todo era genial, se reían sin parar, y cuando sus miradas se cruzaban, temblaba la tierra.
Al despedirse, ella, le dio un beso, y le susurro un "te quiero" en el oído, él, sonrió, se sonrojó y de devolvió el beso. Ella, lo miró, y frunció el ceño, él, con una voz muy tierna le dijo:"¿que pasa?" - ella, de mala gana, dijo:"nada"- y cerró la puerta del coche.
El, odiaba eso, odiaba que si se enfadaba se fuese así, sin decir nada, sin intentar arreglarlo, o simplemente hablar, porque puede que sea un simple malentendido, pero, ella, no podía dejar de hacerlo...
Él se quedó un rato sentado en el coche, con la radio apagada, escuchando como la lluvia caía sobre el techo metálico, pensando, de pronto, arrancó, y comenzó a dirigirse a su casa.
Apenas lo separaban unos kilómetros de sus casas, pero, era necesario coger carretera, así que se dispuso a conducir. Al segundo, su móvil vibró, un mensaje de texto nuevo asomaba en la bandeja de entrada, ella decía que estaba harta de no escuchar de sus labios un "te quiero" que no la quería, que siempre estaba igual, que se los reservaba, y que los necesitaba, él, como pudo, escribió en el móvil, mientras conducía, y, cada vez, la discusión, fue a mayor, comenzaban a sacarse trapos sucios, cosas que, a penas tenían que ver en aquel momento, y él, la decidió llamar, estuvieron hablando un tiempo, pero la cosa estaba tensa, muy tensa, tal vez mañana todo se viese de diferente forma. Ella, no paraba de llorar, y decía que él, no la amaba. Cuando colgaron, él, no podía dejar de darle vueltas a la cabeza, y estaba cansado, ya no podía aguantarlo mas, sabía lo que sucedía, y no podía dejarlo seguir, comenzó a escribir unas palabras en el móvil, para enviarle un mensaje, de repente, unas luces lo cegaron, el retrovisor se iluminó, un chasquido sonó por la parte trasera del coche, y este comenzó a dar vueltas por la calzada mientras chocaba con los guarda raíles.
Durante un tiempo, todo quedó en silencio, unas luces parpadeantes iluminaban la carretera, solo se escuchaba un leve silbido de las cuatro ruedas que giraban en el aire, silencio, solo silencio.
A las cuatro de la mañana, una llamada telefónica la despierta, al atender la llamada, su cara se transforma en una mueca de angustia y dolor y colocándose a toda prisa la ropa sobre el pijama, cogió su casco, y se montó en su motocicleta. Al llegar al hospital, la madre de él, lloraba desconsoladamente en el hombro de su marido, ella, sin poder aguantar las lagrimas, los abrazó, y comenzó a decir:"Nos hemos peleado, pero, tiene que saber que no se puede ir, que últimamente he estado mal, pero que no puede dejarme sola, que no puede marcharse así porque sí, no puede irse, va a ser padre..." a los dos, al minuto, un medico, aun con la mascarilla colocada, solo pudo, negar con la cabeza, y mirar hacia el suelo. Los tres, lloraron abrazados no podían creérselo, aquello, no podía ser cierto. Durante un tiempo, estuvieron sin mediar palabra, hasta que su silencio fue interrumpido por un agente de policía, que dirigiéndose a ella, le dijo: "¿es usted su pareja?" ella, asintió con la cabeza, con una ternura desmesurada, el policía, le dio una bolsa de plástico transparente con auto-cierre, en ella, se encontraba el móvil de él, el policía, abrió los labios, para dejar escapar un hilo de voz que decía: "debería de leerlo"- al pulsar una tecla cualquiera, la pantalla, se iluminó, y pudo mostrar el mensaje que estaba escribiendo, ella, sin dejar de llorar, se le calló el móvil al suelo, y casi sin fuerzas, se calló al suelo, y quedó sentada en este, en la pantalla iluminada, solo se podía leer: "he sido un necio, eres mi vida, mi cielo, te necesito, y quiero que vengas a mi casa a vivir, quiero vivir muchas cosas contigo, quiero casarme contigo, quiero compartirlo todo contigo, quiero, compartir mi vida contigo, quiero, envejecer a tu lado, y sobre todo, te quiero, TE AMO"
Después de un duro día de trabajo, llegó a su casa, se duchó, y se puso ,o primero que cogió, y sin pensarlo, volvió a salir corriendo de su casa, mientras conducía, llamaba a su pareja, diciéndole que iba a recogerla a la salida de su trabajo. Cuando ella salió, este, le dio un beso, que, la dejó sin aliento, como de costumbre, y fueron caminando hacia su restaurante favorito, mientras se contaban las anécdotas del día.
Después del almuerzo, él, la llevó a su casa, donde tenía preparado una romántica escena de amor, había flores por todas partes, velas, que fue encendiendo por toda la habitación, olía a jazmín y azahar. La luz tenue de las velas invitaba a la pareja a intimar, y casi sin dejarla reaccionar, él, la cogió en brazos y suavemente la sentó en la cama, fue desvistiéndose poco a poco, mientras la desvestía a ella, y comenzó a besarla, la besaba por todas partes, mordisqueaba su cuello, su ombligo, sus pechos, sus muslos...no dejaba zona sin besar o acariciar. Comenzaron a hacer el amor, aquella desmesurada ternura era rota a veces por la pasión que los envolvía, eran una pareja perfecta, y quitando algunas discusiones, todo marchaba sobre ruedas. Se querían, se amaban, y se necesitaban el uno al otro como el aire, y como de costumbre sus discusiones solían ser por tonterías...
Cuando terminaron, decidieron relajarse y tomarse un té en la cafetería de la esquina, donde el camarero, les ofreció lo de siempre.
Una vez llegada la noche, tocaba ir a casa, y él, la llevó en su coche, todo era genial, se reían sin parar, y cuando sus miradas se cruzaban, temblaba la tierra.
Al despedirse, ella, le dio un beso, y le susurro un "te quiero" en el oído, él, sonrió, se sonrojó y de devolvió el beso. Ella, lo miró, y frunció el ceño, él, con una voz muy tierna le dijo:"¿que pasa?" - ella, de mala gana, dijo:"nada"- y cerró la puerta del coche.
El, odiaba eso, odiaba que si se enfadaba se fuese así, sin decir nada, sin intentar arreglarlo, o simplemente hablar, porque puede que sea un simple malentendido, pero, ella, no podía dejar de hacerlo...
Él se quedó un rato sentado en el coche, con la radio apagada, escuchando como la lluvia caía sobre el techo metálico, pensando, de pronto, arrancó, y comenzó a dirigirse a su casa.
Apenas lo separaban unos kilómetros de sus casas, pero, era necesario coger carretera, así que se dispuso a conducir. Al segundo, su móvil vibró, un mensaje de texto nuevo asomaba en la bandeja de entrada, ella decía que estaba harta de no escuchar de sus labios un "te quiero" que no la quería, que siempre estaba igual, que se los reservaba, y que los necesitaba, él, como pudo, escribió en el móvil, mientras conducía, y, cada vez, la discusión, fue a mayor, comenzaban a sacarse trapos sucios, cosas que, a penas tenían que ver en aquel momento, y él, la decidió llamar, estuvieron hablando un tiempo, pero la cosa estaba tensa, muy tensa, tal vez mañana todo se viese de diferente forma. Ella, no paraba de llorar, y decía que él, no la amaba. Cuando colgaron, él, no podía dejar de darle vueltas a la cabeza, y estaba cansado, ya no podía aguantarlo mas, sabía lo que sucedía, y no podía dejarlo seguir, comenzó a escribir unas palabras en el móvil, para enviarle un mensaje, de repente, unas luces lo cegaron, el retrovisor se iluminó, un chasquido sonó por la parte trasera del coche, y este comenzó a dar vueltas por la calzada mientras chocaba con los guarda raíles.
Durante un tiempo, todo quedó en silencio, unas luces parpadeantes iluminaban la carretera, solo se escuchaba un leve silbido de las cuatro ruedas que giraban en el aire, silencio, solo silencio.
A las cuatro de la mañana, una llamada telefónica la despierta, al atender la llamada, su cara se transforma en una mueca de angustia y dolor y colocándose a toda prisa la ropa sobre el pijama, cogió su casco, y se montó en su motocicleta. Al llegar al hospital, la madre de él, lloraba desconsoladamente en el hombro de su marido, ella, sin poder aguantar las lagrimas, los abrazó, y comenzó a decir:"Nos hemos peleado, pero, tiene que saber que no se puede ir, que últimamente he estado mal, pero que no puede dejarme sola, que no puede marcharse así porque sí, no puede irse, va a ser padre..." a los dos, al minuto, un medico, aun con la mascarilla colocada, solo pudo, negar con la cabeza, y mirar hacia el suelo. Los tres, lloraron abrazados no podían creérselo, aquello, no podía ser cierto. Durante un tiempo, estuvieron sin mediar palabra, hasta que su silencio fue interrumpido por un agente de policía, que dirigiéndose a ella, le dijo: "¿es usted su pareja?" ella, asintió con la cabeza, con una ternura desmesurada, el policía, le dio una bolsa de plástico transparente con auto-cierre, en ella, se encontraba el móvil de él, el policía, abrió los labios, para dejar escapar un hilo de voz que decía: "debería de leerlo"- al pulsar una tecla cualquiera, la pantalla, se iluminó, y pudo mostrar el mensaje que estaba escribiendo, ella, sin dejar de llorar, se le calló el móvil al suelo, y casi sin fuerzas, se calló al suelo, y quedó sentada en este, en la pantalla iluminada, solo se podía leer: "he sido un necio, eres mi vida, mi cielo, te necesito, y quiero que vengas a mi casa a vivir, quiero vivir muchas cosas contigo, quiero casarme contigo, quiero compartirlo todo contigo, quiero, compartir mi vida contigo, quiero, envejecer a tu lado, y sobre todo, te quiero, TE AMO"
miércoles, 2 de marzo de 2011
feliz
Realmente feliz, siento como si la vida me sonriese, y tu, a mi lado...
Despues de una tarde, noche, madrugada, de pelicula, todo, parece maravilloso, todo reluce, todo el mundo sonríe y hasta las noticias parecen ser menos malas que de costumbre, gracias mi vida, gracias por esta sensación, gracias, por dejar ernamorarme de ti, y dejar compartir mi vida contigo, gracias, maderita mia ^^ gracias pinnocchia
Despues de una tarde, noche, madrugada, de pelicula, todo, parece maravilloso, todo reluce, todo el mundo sonríe y hasta las noticias parecen ser menos malas que de costumbre, gracias mi vida, gracias por esta sensación, gracias, por dejar ernamorarme de ti, y dejar compartir mi vida contigo, gracias, maderita mia ^^ gracias pinnocchia
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